Un primer día como profesora. [Libre]

por **Meiling Williams** Dom Ene 20, 2013 4:03 pm

Hoy era mi primer día como profesora es esta academia, era grande y genial pero no era cualquier academia, sino que era una peculiar que aceptaba todo tipo de razas dentro de ella...Doble genial~.
Iba vestida con un vestido no ajustado de color azul junto a una chaqueta blanca y zapatos bajos blancas, no era algo muy formal pero tampoco demasiado casual, aunque atrajo unas miradas de algunos alumnos lo cual me puso nerviosa y me sonroje demasiado. Quizás ellos pienses que soy de su edad... Quizás...
Mientras pensaba sobre lo que seria la academia caminaba hacia el salón de profesores a buscar los horarios, la lista de alumnos y ver si había una cafetera express ya que me había levantado tarde.

-Juro que nunca mas me quedo hasta tarde jugando Kirb...uh?...-

Al llegar al gran salón vi que no había nadie, cosa extraña pero que a la vez me hacia feliz, no seria la única y eso me tendría en la posición numero 1 de los que llegan temprano.

-Ah~ que bien~...-suspire aliviada y camine directo a uno de los escritorios que habían, me senté y deje mi bolso y unos cuadernos y libros sobre la mesa- Uh...espero que para el recreo pueda comprar algo de comer....-

Ahora estaba hambrienta y algo dormida pero para despertarme releí los libros que traía conmigo, eran sobre lo que debía enseñar...Historia...Me preguntaba si a alguien aparte de ella le gustara, sinceramente era algo que llevaba dentro y que deseaba saberlo todo sobre historia universal y obviamente local.

por **Edmond Dantès** Lun Ene 21, 2013 9:49 pm

Los minutos se hacían eternos en su lujoso despacho. Las manecillas del reloj de pared taladraban sus finos oídos. Todo estaba demasiado silencioso en aquel lugar. Claro que lo estaba, resultaba que el despacho del director se encontraba en un lugar alejado de todo el bullicio, no todo el mundo se podía acercar a éste, salvo por razones importantes realmente. Es como si el acceso al despacho estuviese restringido. En cierta manera era así, dentro de la estancia se comportaba de una forma, mientras que fuera, de cara a los alumnos y profesorado era otra persona completamente distinta.

¿Para qué poseer dos caras? Sencillo: Para así embaucar a los ingenuos y que lo siguieran como corderos.

El demonio permanecía sentado en su portentoso sillón que se alzaba por encima de su cabeza, y no es que el demonio poseyera una baja estatura, al contrario, era una persona alta. Su mirada bicolor se posó en un pequeño reloj de mesa. El escritorio se encontraba oculto por una gruesa capa de papeles, tanto de la academia como de sus asuntos personales. No estaría mal darse una vuelta por las instalaciones y comprobar que todo estaba en orden. En ausencia de los guardias necesarios él mismo tendría que hacer las rondas correspondientes a esos huecos.

Se levantó de su sillón y dejó todos los papeles en el amplio escritorio. Iba ataviado con su habitual traje de chaqueta y al salir, tomó en sus manos aquel costoso bastón. Posó la mano sobre el pomo de la puerta y accionó el mecanismo, abriéndola y cruzando el umbral de la puerta. Acto seguido la cerró con llave, no fuese a entrar alguien y a darse cuenta de sus asuntos.

Anduvo por los pasillos, comprobando las instalaciones. Realmente Demyan —que descanse en paz— había hecho un buen trabajo con el edificio y con todo, la verdad. El demonio sonrió de lado y entrecerró la mirada sin cesar de caminar. Se le vino la genial idea a la cabeza de ir a visitar a los profesores, por lo que se encaminó hacia la sala de profesores.

A los pocos minutos llegó al lugar. Dentro divisó la figura de una chica joven sentada en su escritorio, aparentemente era una profesora. Miró el rostro de ella y se acordó que era una de las que había contratado.

—Buenos días—dijo con educación y una sonrisa sutil—¿Interrumpo?—preguntó por si acaso.

Spoiler:

por **Meiling Williams** Mar Ene 22, 2013 5:41 pm

Mientras seguía releyendo mis libros de historia me percate de una persona, me di la vuelta apenas me saludo y sonreí infantilmente, deje los libros sobre la mesa y me levante.

- Bueno días! -Reí levemente y trate de no verme tan infantil como siempre- No interrumpe nada, solo leía estos libros~ -

No esperaba que viniera el director aquí y me viera así, tan desordenada con mis cosas y algo dormida y hambrienta, juro que nunca mas me quedare hasta tarde con los videojuegos...Incluso pondré alarmas si es necesario.
Me di la vuelta hacia mi escritorio y acomode los libros en una pila, realmente estaban algo desordenados de acuerdo al curso al que debía enseñar, rápidamente los coloque en orden y sonreí al ver los interesantes libros.

-Y dígame...-Me di la vuelta para verle- Vino a ver a los profesores especialmente o solo pasa de casualidad?, por lo que ve solo estoy yo...No se cuando lleguen los demás-

Nuevamente sonreí y trataba de no tener miedo por la altura que el tenia, era muy alto cosa que yo debía mirar hacia arriba, algo realmente incomodo aunque debía hacerlo si quería mirarle fijamente.

Acomode mi Chaqueta ya que se estaba cayendo, le mire de nuevo y con una inmensa curiosidad en mi mirada inspeccione el rostro de el, unos ojos bicolores que me era extraño verlo, un bastón elegante y un corte algo peculiar, parecía el típico director al que todos tenían miedo pero que finalmente todos le adoraban.

Spoiler:

por **Edmond Dantès** Vie Ene 25, 2013 4:28 pm

Sonrió para sus adentros al ver a la joven reaccionar de esa forma ante su persona. Sus ojos escrutaron el escritorio de la profesora, la cual no lo parecía. Se veía más bien como una alumna. Aunque eso no importaba mucho, lo importante es que hiciera bien su trabajo, esa era la prioridad. El escritorio se veía algo desordenado, pero no se lo tuvo en cuenta. ¿Por qué iba a hacerlo? Eso quería decir que estaba trabajando. Sólo había que ver la mesa de su despacho, eso sí que era un auténtico caos.

—Me alivia saber que no interrumpo—mencionó con educación y un tono afable, adentrándose dentro de la estancia.

Observó el interior. Las demás mesas estaban impolutas, no había un solo libro o papel que indicase que allí había alguien trabajando. Sí que algunos eran ordenados, o eso o apenas hacían lo que debían en la sala de profesores. Bueno, cuando llegasen más sería otro cantar. En un principio todo estaba en orden y una joven profesora se veía responsable. Sus ojos se apartaron por unos segundos de la joven para continuar examinando la sala. En cuanto la joven pronunció palabra, sus ojos se dirigieron hacia ella. Ladeó un poco la cabeza por la pregunta y el comentario que le siguió.

—Pasé por aquí de casualidad. Precisaba despejarme un tiempo de mis labores y también pensé que sería una buena idea venir a saludar a los nuevos profesores—sonrió afable y sacó un reloj de bolsillo de su chaqueta—Ya deberían de estar aquí.

Dijo y acto seguido guardó el reloj en su bolsillo. Se percató de que la joven le costaba mirarlo a los ojos debido a su altura, por lo que después de ayudarla educadamente a acomodar su chaqueta se sentó en una de las sillas que se encontraban al lado de la mesa de la profesora.

—Tome asiento, por favor—extendió la mano, indicándole que se sentase en su silla—Tengo la sensación de que así le resultará más sencillo y cómodo de hablar conmigo ¿Me equivoco?—apoyó el bastón sobre el borde de la mesa, en un ángulo de 45 grados—Mi nombre es Edmond Dantès y le doy la bienvenida a la academia Blueriver.

>> Trataré hacer su estancia lo más agradable posible. Y por favor, si hay algo que necesite no dude en decírmelo, estoy para lo que me necesiten.

por **Meiling Williams** Lun Ene 28, 2013 9:27 pm

En todo momento que el observaba la habitación y me invitaba a sentarme en una de las sillas sonreía infantilmente, fue algo muy amable el que se sentara para yo así poder verlo mejor.Desgraciadamente mi estatura es menor a la de el.
Era algo incomodo el ser la única profesora pequeña, quizás los demás profesores son altos, inteligentes, serios y sobre todo ordenados...O quizás tengo un concepto erróneo de lo que son los profesores.

—Gracias...—Me senté en la misma silla que estaba sentada hace unos momentos, escuche atentamente su nombre y la bienvenida que me daba, realmente era un hombre muy amable— Yo soy Meiling Williams, gracias por ser tan amable conmigo.—

Quite un mechón de cabello que cruzo mi rostro, en todo momento le sonreí y, aunque sonriera como una pequeña niña, trate de que me viera mas madura e intelectual...Cosa que creo que no logre.
Pensaba seriamente en la impresión que tendrían los alumnos, ¿qué dirían?, que soy una niña tratando de ser profesora o quizás se aprovechen de ello, molestándome...Aun que parece ser un colegio recto donde los alumnos no hablan mal de los profesores quieran o no.

—Pues...—Mire hacia los lados viendo que a pesar de la hora no había nadie mas, que extraño era—Lamento ser la única profesora presente, quizás se aburra conmigo— Reí levemente un tanto nerviosa,sinceramente no quería que se molestara y mucho menos que se aburriera.

Acomode un mechón de cabello que se había cruzado por mi cara, reí levemente por ello y al terminar de correrlo sonreí y saque una hoja de uno de los libros, saque un bolígrafo de mi bolso, escribí los temas a tratar en las clases, pero al recordar que el director estaba allí deje la hoja de inmediato y sonreí nerviosamente.

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